Había visto algún vídeo de cómo
eran los masajes tailandeses, pero hasta que no lo he probado no he
sabido realmente en qué consiste. Nada que ver con los masajes
relajantes con musiquita, aceites y esencias olorosas que te dejan
casi dormida, esto es completamente distinto.
Los clientes del Phranakorn Nornlen
Hotel pueden beneficiarse de un 50% de descuento para darse un masaje
en una de las salas de hotel, visible a todo el mundo. No importa
mucho esto, ya que el masaje te lo das vestida. Después de ponerte
unos pantalones tailandeses que la propia masajista te ofrece, te
tumba en un colchoncillo en el suelo y ella se dispone a pegarte
golpes por todos lados, así que de relax nada, porque no puedes
dejar de pensar en cuántos cardenales te quedarán después del
masaje... ¡¡Y eso que le dije “soft”, no me quiero ni imaginar
como es el “hard”!! Pagas menos de 4€ (con el descuento) por
que te den un paliza, no está mal :) pero el resultado,
sinceramente, es espectacular. Sientes el cuerpo completamente
desentumecido, sin ninguna contractura, los músculos del cuello y la
espalda renovados y sales lista para cualquier actividad. El masaje
me llenó de energía y me quito todas las molestias que tenía
arrastradas de un día y medio de avión, así que me mereció mucho
la pena, aunque sigue ganando el masaje ayurvédico que me di en
Jaipur el año pasado con aceite caliente...
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