domingo, 19 de mayo de 2013

Elefantes para Cristo

Hubo un momento en la historia en el que los elefantes vivían en armonía con el medioambiente. Disponían de grandes terrenos en los que encontraban comida, agua y podían criar libremente a sus crías.

Poco a poco, estas enormes extensiones de terreno fueron reduciéndose por el imparable avance del ser humano, que lleva dedicándose desde hace muchos años a crear ciudades más y más grandes acabando prácticamente con toda la flora y fauna original del territorio. Es necesario que tengamos lugares para vivir, pero igual nos estamos pasando ¿no?

Además de esto, al ser humano, el más inteligente de todos los animales, le dio por adorar santos y dioses, que en el fondo son todos lo mismo, estatuillas puestas en un altar. La gran idea vino cuando un día a alguien se le ocurrió que podría ser muy bonito tallar en marfil la cara de una Virgen o de un Cristo. No digo que no sea bonito, pero ¿nos hemos parado a pensar alguna vez de dónde viene ese marfil?

En Tailandia uno se entera de cosas que en otros sitios no, quizás aquí yo tengo la mente más predispuesta a indagar y curiosear que cuando estoy allí. Pues una de esas cosas de las que uno se entera y que no pueden hacer menos que indignarte profundamente es que el marfil que se utiliza para fabricar caritas de Vírgenes o Cristos crucificados, entre otras cosas, proviene del extermino de elefantes africanos. Supongo que el gran motivo de que vengan de África es porque en Asia ya queda muy muy pocos paquidermos.

A veces te dicen: “Este amuleto está hecho de colmillo de elefante, pero de elefante que ha fallecido”. Puede ser verdad o puede ser mentira, pero lo que asegura National Geographic es que el 84% de las muertes de elefantes en África occidental son ilegales y en África central llega hasta el 90%. Esos colmillos de elefantes muertos, claro, pero recién matados, son vendidos en el mercado negro para que religiosos de todas las creencias tengan amuletos o ídolos a los que mirar con compasión o esperanza. ¿Estamos locos? Pues parece que sí, porque esto no tiene explicación. Pongo un solo ejemplo, en 2011, en Bangkok, se confiscaron 247 colmillos por valor de más de 3 millones de dólares provenientes del mercado negro del marfil.

Hay otros materiales para construir ídolos ¿no? Porcelana, plástico… ¿Por qué utilizar entonces partes de seres vivos? Y aunque otros materiales puedan ser utilizados ¿Qué necesidad hay en construir ídolos haciendo mal uso de los recursos naturales?
Quizás cuando entremos en una iglesia y nos pongamos delante de un Cristo, como éste que está en Filipinas, deberíamos pararnos a pensar si realmente es necesario matar a un elefante para construir esa imagen o igual con un dibujo hecho en la pared sería suficiente.



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